sábado, 12 de julio de 2008

diálogos inventados 3- familar materno.

Al borde del río.

No se; no se, si...

“Si no deseas algo enorme, algo gigante…. “ repite… sigue repitiendo.

Me acerco a mi abuelo y le digo que me duele la cabeza.

Su mano se apoya sobre mi frente. Entonces.

Estoy entre algodones. Me arma una cuna de almíbar.

“mmm….” Digo.

Tararea una melodía que no reconozco, pero se que es un Tango. Se que lo baila.

“¿Mejor?” Me pregunta. Sus ojos miran lejos, lejísimos (me repito).

Muevo apenas la cabeza.

“Entendí.” Dice en medio del tarareo.

Su mano se levanta y mi cabeza con su mano, y mi cuerpo con su mano. Entonces.

Bailamos.

“Te guío”

Me dejo guiar. Me dejo. Su mano me absorbe y me devuelve al ritmo de no se bien que. Pero se que es un Tango. Ya lo dije. no importa. Repito, sigo repitiendo: “Se que es un tango”.

“¿Mejor?”

“Sí, claro, mucho mejor.”

Me lleva. Me vuela. Me tararea.

“mmm”.

“Marluna”, así me llama, así me dice, así me canta.
marlunamarluna.

“Abuelo” pienso. Gracias. No me duele más la cabeza. Mmm… Sí. Que bueno. Estoy entre algodones. Una cuna de almíbar.

“Abuelo” digo. Sus ojos brillan y no se donde miran…

“Si no deseas algo enorme, algo gigante…. “ repite… sigue repitiendo.

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