Análisis de mi mirada a medida que visitaba el lugar

Consigna: Describir un lugar.
Esa noche, en mi casa mi papá había comprado queso de Pastene un almacén que según él, era un delirio por la cantidad de cosas que tenía. A la mañana siguiente salí con la cámara, con el objetivo de describir este almacén por fotos. Llegué y entre la sorpresa, la admiración y la confusión saqué muchísimas fotos. De todo un poco. Yo sacaba. Volví a mi casa, vi las fotos y me acuerdo que ni yo misma entendía. Todo: una gran mezcla. Pero me gustaban, sobre todo el color.
En mi cabeza funcionaba así (según un texto que escribí en aquel momento):

Bombardeo:
humanos/ comestibles/ importación/ exportación/ sabores/ colores/ luces/ antigüedades/ heladeras/ prendas/ colecciones/ dulces/ ácidos/ plantas/ escrituras/ gráficas/ marcas/ corazones/ velas/ luces/ balanzas/ veleros/ chorizos/ pan/ mujercitas/ juegos de té/ muñecas/ “pollos con marrón por encargo”/ armarios/ madera/ metal/ queso fresco/ pepinos/ posters/ motocicletas/ autos/ bolsas/ moños/ cintas/ hilos/ ensaladas/ brama/ galletas/ fútbol/ espejos/ reflejos/ “Vitamina C”/ leche/ tartas/ naranjas/ coca cola/ estatuas/ rejas/ jaulas/ libros/ aceites/ cacerolas/ carteles/ cartelitos/ postales/ gin/ champagne/ viejo/ nuevo/ olvidado/ dice “te quiero papá”/ copas/ región/ teléfonos/ arañas/ bicicletas/ “Easy to take home”/ ángeles/ ruedas/ familias/ motores/ “Bien helada”/ helados/ digo: “Gracias”

Miré Marcos Lopez, los peces de Enoshima, mirada collage, teóricas. Volví al lugar con la mirada direccionada hacia un bombardeo más limitado: colores/ antigüedades/ dulces/ queso fresco/ brama/ naranjas/ motocicletas/ activia/ la serenísima/ veleros/ chorizos. Igual en mi mente seguía siendo un bombardeo, una confusión.

Después llegó el punto de vista acordado: Radióloga. Y ahí me zambullí en cada cosa. Este punto de vista rompió de alguna manera la barrera entre el lugar y yo, y fui a súper planos detalle lo que me llevó a la abstracción de las cosas. Me focalicé en texturas, materiales, colores, brillos, superficies. Intenté ver con rayos X.

Y los rayos X me llevaron a construir un lugar más barroco. Intenté entonces mirar con los ojos de lo asqueroso, lo repulsivo, lo vomitivo, lo carcomido: pero no me funcionó en la fotografía, sin embargo en el sonido hay algo de esto. Mientras grababa sentía que las cosas de aquel lugar cobraban vida, que el almacén estaba de fiesta.

Volví y volví. Filmé. Y a mi que me cuesta elegir… la toma de 30 segundos se eligió sola porque fui con dos minidv, y el que tenía las filmaciones del interior me lo olvidé en el lugar. Así que me quedó una mirada exterior que me gusta aunque no se si es muy espacial. No se. Me cuesta. Pero reconozco que me gusta el tema de la mezcla del exterior y el interior, y la mirada exterior que propone. Igual, también me gustaba una que había filmado con el otro miniDV desde arriba en el interior del negocio subida a una banqueta como si fuera una cámara de seguridad, pero bueno veré si encuentro mi viejo miniDv y consigo nuevamente la cámara para bajarlo...

Veo mis fotos, veo muchos puntos de vista. Descubro cosas que se repiten. Las series, los reflejos. Y armo: mirada collage, materialidad, detalle.
Una amiga me habla de una peli del bafici del año anterior. Y sí totalmente, cuando me dijeron Radióloga me vino a la mente una peli llamada: “A darkness Swallow”. La película: el intervalo entre las cosas, entre lo que está y no está, entre la vida y la no vida, entre la luz y la oscuridad: concretamente: súper planos detalle del mundo natural adonde el ojo humano no llega, música armada con sonidos de distintos materiales que despiertan los sentidos. Descubrimiento de un mundo bañado en oscuridad.

“A fuerza de nadar en las grandes aguas negras, se aprende a flotar en la oscuridad.” Cortazar